13 de septiembre de 1936, una injuria, un arresto, torturas, dolor mucho dolor, miedo, terror, y un disparo...
De fondo una iglesia, su fachada manchada de sangre,asi fusilaron a mi abuelo, JOSE JIMÉNEZ NIETO, pero sólo su cuerpo mataron, su esencia, su alma, su recuerdo está vivo, siguió vivo en el recuerdo de su hija, mi madre, que ahora descansa a su lado y yo, su nieto, por el grito ¡VIVA LA LIBERTAD!.
Rafael Zarco Jiménez
Exhumación de los restos de José Jimenez Nieto
Exhumación de los restos de José Jimenez Nieto
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