Seguidores

sábado, 12 de febrero de 2011

Niños robados durante el franquismo, escandalosa y puníble columna en el diario de Jerez


Nuestros compañeros de La Memoria Viva han publicado el siguiente post, y dada la gravedad y posible punibilidad del contenido escrito por Francisco Bejarano en Diario de Jerez, lo reproducimos tal cual.
Fuentes: http://lamemoriaviva.wordpress.com/


De nuestro amigo Paco de Jerez nos llega esta carta:

Estimados amigos y compañeros,
Os escribo con el propósito de compartir con vosotros mi sentimiento de indignación por la aparición en uno de los diarios de la prensa local de esta ciudad, más concretamente el “Diario de Jerez” perteneciente al Grupo Joly, de una columna periodística firmada por el Sr. Francisco Bejarano, escritor y poeta de reconocido prestigio (ver:http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Bejarano) entre la clase conservadora y moderada gaditana y jerezana.

Este señor, de rico y florido verbo, caracteriza y hacer presidir sus versos y artículos con un espíritu cultista y pseudointelectualoide –nada hay de reprensible en ello, como es natural–, pero en todas sus columnas sus palabras acaban derivando indefectiblemente en el reprochable intento de aparentar y sostener posturas vitales rancias y profundamente reaccionarias.
Su diletantismo le lleva a criticar con frecuencia y a arremeter –como no podía ser de otra forma– contra el laicismo, la óptica izquierdista de lo que debe ser la justicia social, la educación igualitaria, las políticas de género y –¡cómo no!– contra todas las actuaciones, públicas y privadas, que el Estado, las asociaciones y los particulares han llevado a cabo en materia de recuperación de la memoria histórica.

Propios y extraños veníamos contemplando de refilón estos desvaríos, más propios de orates al estilo de Simeón el Estilista, encelado él durante 37 años en sus prédicas desde lo alto de aquella columna en Siria. Valga como ejemplo de ello las lindezas que escribe de los memorialistas en la frase “…los espías de la Ley de Memoria Histórica …(son) inquisidores analfabetos que nada bueno pueden traer”, escrita por Bejarano pocas semanas atrás.

Pero natural es que el rango de tolerancia de quienes lo sufrimos con democrática y resignación alcance su punto de ruptura cuando entre los acostumbrados desatinos de este personaje pueden leerse apologías de hechos delictivos tales como el robo y secuestro de niños durante el franquismo y la transición.

La mejor explicación para comprender este enigma puede encontrarse en la lectura del escandaloso artículo que ha provocado mi flamígera y justificada ira. Vease para ello el texto en el enlace http://www.diariodejerez.es/article/opinion/900738/ninos/robados.html, texto que su autor cierra con una frase, que es cuando menos y como poco denunciable ante la Fiscalía o el Juzgado de guardia por su caracter apologético y justificativo de la comisión de gravísimos delitos. Y esta frase de Bejarano es la siguiente:

“No hay mal que por bien no venga. Los niños robados a padres pobres e ignorantes, sin ver un duro, y educados en familias ricas, habrán tenido mejor destino del que les esperaba”.

Es indignante el cinismo, la frialdad y la crueldad expresada por Francisco Bejarano en estas palabras. Y en justa correspondencia por lo que considero un desatino, he dirigido una carta de indignada protesta al director del “Diario de Jerez”, D. David Fernández, a las direcciones cartas@diariodejerez.com ; dfernandez@diariodejerez.com ; redaccion@diariodejerez.com .

El texto de la carta enviada es el siguiente:

“A/A Sr. D. David Fernández
Director de “Diario de Jerez”
Grupo Joly
Estimado Sr. Fernández
Le escribo con el propósito de compartir con usted mi sentimiento de indignación por la aparición en el diario de su digna dirección, de una columna periodística publicada en el día de ayer, miércoles 9 de febrero, por el escritor y poeta Francisco Bejarano. Como es habitual, el señor Bejarano viene expresando en sus artículos –escritos con un rico y florido verbo– un espíritu cultista y intelectual, aderezado con una actitud idearia conservadora y moderantista. Nada reprochable en ello, en línea con el ejercicio de la constitucional libertad de expresión: así, acostumbra a realizar críticas al laicismo, a la visión progresista de lo que debe ser la justicia social, a la educación igualitaria, a las políticas de género y, ¡cómo no!, a las actuaciones que Estado, asociaciones y particulares han llevado a cabo en materia de recuperación de la memoria histórica.
Pero la tolerancia a que nos obligan las Leyes no impide que nuestro espirito de democrática resignación se quiebre cuando entre las acostumbradas “boutades” del diletante sr. Bejarano puede leerse –sin ningún matiz y sin sutilezas– una apología de hechos delictivos tales como el robo y secuestro de niños durante el franquismo y la transición. La escandalosa columna que viene a revelarse como muy desafortunada y, probablemente, como perseguible desde una óptica jurídica, se titula “Niños Robados” y en ella, tras arremeter contra los memorialistas, el Sr.Bejarano expresa una sentencia que es (cuando menos y como poco) denunciable ante la Fiscalía o el Juzgado de guardia por su caracter apologético y justificativo de la comisión de gravísimos delitos. Dice así:
“No hay mal que por bien no venga. Los niños robados a padres pobres e ignorantes, sin ver un duro, y educados en familias ricas, habrán tenido mejor destino del que les esperaba”.
Es indignante el cinismo, la frialdad y la crueldad expresada por Francisco Bejarano en estas palabras. Y en justa correspondencia por lo que considero un desatino, le dirijo esta carta de consternada protesta ya que creo, sr. Director, que las responsabilidades de este escritor por estas vergonzantes letras exceden del ejercicio de la libre expresión y pueden ser punibles por ser constitutivas de delito. En la seguridad de que procederá usted a apercibir severamente a su columnista y dará orden de publicación de esta misiva, reciba mientras tanto mis más atentos saludos.”
Hasta aquí la carta de protesta al Director del Diario. Pero como creo –como ya he dicho– que las responsabilidades de este escritor exceden de las que podrían emanar del ejercicio del derecho a la libre expresión y pueden ser punibles por ser constitutivas de delito, es por lo que me dirijo a vosotros, conociendo de antemano que entre vuestras filas se encuentran abogados y profesionales del derecho de reconocido prestigio que os asesoran expertamente.

HABLANDO EN EL DESIERTO

Niños robados

Francisco Bejarano | Actualizado 09.02.2011 – 01:00
De un tiempo a esta parte se viene oyendo la novedad de los niños robados. En España, donde todas las madres son santas y todos los niños sagrados, parece inverosímil un tráfico del que nunca habíamos oído hablar, ni sotto voce. El sistema parece ser el siguiente: a unos padres y a sus familiares, supuestamente muy pobres e ignorantes, se les dice en el hospital que el hijo que esperaban ha nacido muerto y se le ha enterrado en fosa común sin permiso de ellos, o bien se les muestra el cadáver de un recién nacido y los padres lo reconocen como hijo propio con resignación. Nadie hacía preguntas por temor al franquismo. Pasado el tiempo empiezan a sospechar que el niño pudo haber nacido vivo y dado en adopción a un matrimonio pudiente, previo pago sustancioso a un médico, a una monja y a un funcionario del registro, como mínimo, aunque para determinados delitos hagan falta más de tres personas. En fin.
En todas partes y en todas las épocas ha habido, y habrá, infames y desaprensivos, y se acababa por saber aunque no aparecieran en los periódicos. Delante de los niños no se hablaba de ciertos asuntos, pero cuando fuimos creciendo nos enteramos de que jovencitas embarazadas, presionadas por sus padres y desaparecidas durante una larga temporada, daban sus hijos en adopción. En algún caso lo supimos porque su madre buscó más tarde a su hijo sin ocultaciones. Esto no era propio del franquismo ni de España. Hay una insufrible película, Secretos y mentiras, sobre una hija negra en la búsqueda de su madre blanca. También hemos sabido del tráfico de niños huérfanos de la última, que será penúltima, guerra de los Balcanes, llevados a otros países con papeles falsos de adopción para trasplantes de órganos. Otra película más soportable que la anterior, de la que no recordamos el título, nos lo cuenta.
Los ingredientes para una película de miedo, subvencionada por el ministerio de Cultura y la Memoria Histórica, realizada por un adepto al neosocialismo no pueden ser mejores: funcionarios venales, médicos malvados, monjas perversas, franquistas amorales, hospitales siniestros, morgues sórdidas, niños muertos comprados, niños vivos vendidos, madres sin consuelo, padres paralizados por el terror… Demasiado para ser creíble, aunque tendremos que esperar el resultado de las investigaciones de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares y las conclusiones a las que llegue. Nunca oímos hablar de nada igual ni parecido, ni se palpaba en el ambiente, o quien escribe fue demasiado afortunado. Si nos ponemos cínicos, pensamos en el dicho antiguo empleado por Franco a la muerte de Carrero Blanco: “No hay mal que por bien no venga.” Los niños robados a padres pobres e ignorantes, sin ver un duro, y educados en familias ricas, habrán tenido mejor destino del que les esperaba.
http://www.diariodejerez.es/article/opinion/900738/ninos/robados.html
Luis Romero Y Asociados
Abogados Penalistas. Defensa y Acusación Penal. 900 300 307
RomeroAbogados.com/AbogadosPenal

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta noticia está muy, muy relacionada con el incendio "accidentado" del Archivo de la Escuela de Suboficiales. El antiguo Hospital Militar Naval de San Carlos y todos los de la Zona Marítima del Estrecho archivaban sus antiguos historiales, informes y estadisticas allí. Si pudieran hablar, sin miedos, médicos, enfermeros, los que hicieron la mili y las monjas honradas que estuvieron destinados antes del 1976, el arbol genealógico de muchas familias temblaría por los vientos de la infamia.